viernes, 24 de julio de 2015

CANTINFLAS, UN GENIO DE LA COMICIDAD Y LA TAUROMAQUIA

(Por: Rafael Dupouy Gómez)

Rafael Dupouy Gómez, autor del artículo, mostrando la dedicatoria que le hizo Mario Moreno “Cantinflas” a su familia en New York, el año 1982. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En el barrio Tacuba, de la ciudad de México, un 12 de agosto de 1911, vino al mundo para hacernos reír un montón, don Mario Moreno Reyes “Cantinflas”. Siendo el quinto hijo del matrimonio de Pedro Moreno y Soledad Reyes, en sus comienzos quiso ser boxeador, también participó en algunos circos y teatros de los bajos fondos como bailarín cómico, pero su auténtica revelación fue como torero bufo.   

“Cantinflas”, fue un genio de la comicidad mundial que incorporó en el cine su extraordinaria pasión por la Fiesta Brava, destacando en la gran pantalla su faceta cómica torera en películas como: “Así es mi tierra” (1937), “Ni sangre, ni arena” (1941), parodiando a la novela de Vicente Blasco Ibáñez y “La vuelta al mundo en 80 días” (1956), producida por Mike Todd, actuando como “Passepartout”, el asistente del famoso actor británico David Niven, durante su travesía por el mundo. “Cantinflas” en esta película, ganadora de 5 premios Oscar en 1956 incluyendo mejor película, realizó una magnífica interpretación del toreo bufo compartiendo cartel, nada más y nada menos, que con Luis Miguel Dominguín en la plaza de toros del pueblo español de Chinchón.

En la película “El Padrecito” (1965), también realizó su toreo cómico, interpretando a un Sacerdote que organizó una corrida de toros para conseguir beneficios a su parroquia, pero como el matador de toros no se presentó ese día, “Cantinflas” tuvo que lidiar el toro con su habilidad y destreza.    
     
Mario Moreno “Cantinflas”, gracias a su éxito como torero cómico, desde que debutó en la plaza de toros “El Toreo” de la capital mexicana, el 6 de enero de 1938, logró que su afición taurina lo catapultara al triunfo por los ruedos mexicanos y del mundo divirtiendo a la gente.

Su aspecto andrajoso, su diminuto bigote en los extremos, el pañuelo amarrado al cuello, los pantalones siempre caídos, su peculiar forma de caminar y su verborrea característica e inimitable por su sagacidad y oportuna ocurrencia, le hicieron aclamar por el público que supo valorar su talento.

Se le podría catalogar como el “Chaplin Latinoamericano”. Si el primero tuvo éxito sin hablar en el cine mudo, el segundo habló hasta por los codos improvisando sus monólogos y diálogos con insuperable ingenio.     

“Manolete” participa en Festival con “Cantinflas”

Mario Moreno “Cantinflas” junto al ídolo, Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, durante su actuación en un festival, el 19 de febrero de 1946 en la Monumental de México.

Luego de la inauguración de la Plaza de Toros Monumental de México, el 5 de febrero de 1946, con capacidad para 50.000 personas, donde participó Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, cortando la primera oreja en ese coso, le tocó al “Monstruo” de Córdoba compartir un festival, el 19 de febrero de ese mismo año con Pepe Luis Vázquez, Pepín Martin Vázquez y los diestros mexicanos Fermín Espinosa “Armillita”, Silverio Pérez y Luis Procuna. “Cantinflas” completó el cartel haciendo reír al público con su característica forma de torear y le brindó el novillo a “Manolete” quien no pudo aguantar su seriedad ante el genio de la comicidad. 


“Cantinflas”, el cómico universal, se dedicó muy cerca de San Luis de Potosí, a la cría de reses bravas en su finca llamada “El Detalle”, presentando sus toros con el nombre de “Hermanos Moreno Reyes”. Tuvo muchos éxitos como ganadero.

Curiosa foto de Mario Moreno “Cantinflas” tocando guitarra y cantando ante la mirada atenta de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).


“Cantinflas” en Venezuela

Mario Moreno “Cantinflas” en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, con Simón Díaz y dando la vuelta al ruedo siendo ovacionado durante una de sus actuaciones. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El lunes 22 de febrero de 1943, debutó el célebre comediante Mario Moreno "Cantinflas" en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), ante becerros de la ganadería de "Guayabita". Torearon además los diestros Serruti y "El Malagueño". El lleno fue imponente y la gente se divirtió mucho con el toreo del notable bufo mexicano.  

El domingo 28 de febrero de 1943, fue la segunda presentación de Mario Moreno "Cantinflas", completando el programa "Cerrajillas" y Mujica con reses criollas. 

“Cantinflas”, regresó a Venezuela y toreó en el Nuevo Circo de Caracas, el 12 de octubre de 1947, ante dos becerros de “Guayabita” al lado de los novilleros venezolanos Eduardo Antich y “Cerrajillas Chico”.


El 15 de octubre de 1947, “Cantinflas” volvió a participar en la plaza “Arenas de Valencia” nuevamente con “Cerrajillas Chico”.


Posteriormente, la empresa Barnum presentó a “Cantinflas”, en el Nuevo Circo de Caracas, el 22 de marzo de 1953, completando el cartel los novilleros venezolanos Sergio Díaz y Germán Regalado.

El 21 de febrero de 1965, la fecha del nacimiento del autor de este artículo, Mario Moreno "Cantinflas", actuó en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), lidiando novillos de la ganadería de "Guayabita".

Mario Moreno “Cantinflas” toreando en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, con el coso repleto de aficionados a la Fiesta Brava. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

La fortuna de conocerlo en New York

El 17 de agosto de 1982, yo tenía 17 años de edad y me encontraba de vacaciones con mi familia en New York. Fuimos a almorzar al Restaurant “Sea Fare of the Aegean”. Luego de elegir nuestra mesa, me puse a observar a las personas que se encontraban sentadas y me sorprendió ver a pocos metros de distancia al famoso comediante Mario Moreno “Cantinflas”. ¡No lo podía creer! El ídolo de mi infancia, se encontraba con sus enormes anteojos negros, que siempre usaba, conversando con un señor norteamericano.


Mi familia creía que era broma lo que yo les decía que “Cantinflas” estaba en el Restaurant comiendo. Al rato, el mismísimo Mario Moreno se levantó, caminó hacia nuestra mesa y todos reaccionamos exclamando a la vez: ¡Cantinflas!


El genial cómico sonrió sorprendido y nos hizo señas de que regresaría en un momento, porque se dirigía al baño. Finalmente, apareció, se acercó muy amablemente a nuestra mesa, nos saludó cariñosamente y nos preguntó de dónde veníamos. Al responder que de Venezuela, se contentó muchísimo, puso sus manos sobre los hombros de mis abuelos Florencio y Elena, diciéndoles que los felicitaba por la bonita familia que teníamos. Estaban presentes también mi madre y mis hermanos. “Cantinflas”, nos comentó su excelente amistad de tantos años con el popular animador de la televisión venezolana Amador Bendayán a quien había visitado, recientemente, en su programa “Sábado Sensacional”.


Fue para nosotros un encuentro inolvidable. “Cantinflas”, nos firmó un autógrafo con una bonita dedicatoria para la familia. Lo recuerdo muy especialmente por su sencillez, amabilidad y gran calidad humana.


He querido compartir este recuerdo del más genial y ocurrente de los cómicos, Mario Moreno "Cantinflas", quien durante su extraordinaria carrera artística, provocó nuestra risa, haciéndonos la vida más feliz, grata y divertida.


Rafael Dupouy Gómez

3 comentarios:

  1. Hola, me gustaría ponerme en contacto con Ud. para solicitar permiso de una reproducción parcial de este artículo, mi correo es: e.demoda@gmail.com

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  2. BUENO RAFAEL YA DEBE CANSARTE EL QUE YO TE FELICITE Y ME FELICITE TAMBIEN POR CONTAR CON TU AMISTAD, PERO NO PUEDO DEJAR PASAR EL HACERLO DE VIVA VOZ CADA VEZ QUE RECUERDAS AL ENVIARME TUS SABROSOS ARTICULOS. ABRAZOS PARA TI ,TU MAMA Y HERMANO MANUEL QUINTERO PRINCE

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